Adam Faulkner, despierta en una bañera llena de agua. En su pie tiene atado el tapón, y al levantarse, lo quita. Una llave se va por el desagüe. Allí hay alguien más, quién enciende las luces, Adam descubre que está encadenado a una tubería en un asqueroso baño industrial subterráneo. Enfrente, y en la misma situación, se encuentra el doctor Lawrence Gordon. En medio del cuarto hay un cadáver, a una distancia inalcanzable para los protagonistas, con un disparo en la cabeza, una grabadora en la mano derecha y una pistola en la izquierda. La puerta del baño está cerrada con llave. Pronto descubren que en sus bolsillos tienen unos sobres con sus nombres, y que contienen unos cassettes con la palabra “Reproduceme” escrita en ellos.
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